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11 de Julio de 2017

Cómo hacer un buen uso de la Red de Salud y disminuir los tiempos de espera

Para hacer un uso eficiente de la Red de Salud, es importante tener claridad sobre el protocolo de categorización que se implementa en los servicios de urgencia para la atención de pacientes.

Cuando una persona acude a una urgencia hospitalaria, luego de pasar por la admisión, será llamado desde el categorizador para la primera evaluación de su estado de salud y clasificación de su gravedad.

En este importante proceso, el personal de salud realizará un control de los signos vitales del paciente y un cuestionario para determinar el grado de urgencia, lo que finalmente define que las personas sean atendidas de acuerdo a la gravedad de sus síntomas, y no, por el orden de llegada.

Luego de este paso, se clasifica al paciente en 5 categorías, todas con diferentes gravedades que determinarán la atención y darán prioridad a quienes requieran de tratamiento inmediato.

Teniendo en cuanta esta información, podremos ahorrar tiempo y hacer un buen uso de la red de servicios que tiene nuestro sistema público de salud y contribuir a descongestionar las urgencias, acudiendo a nuestro consultorio más cercano, en caso de urgencia leve o consultas generales.

¿Qué entendemos por C1, C2, C3, C4 y C5?

La categorización de pacientes o TRIAGE, tiene como principal objetivo la evaluación del riesgo clínico del paciente, es decir, la potencial posibilidad de que se complique o se agrave su estado de salud.

Hay 5 categorías con el actual protocolo vigente de categorización, siendo el C1 el más grave, y el C5 el menos grave:

C1

EMERGENCIA CON RIESGO VITAL INMINENTE – ATENCIÓN INMEDIATA

URGENCIA HOSPITALARIA

En este caso, la atención del paciente es inmediata, sin tiempo de espera.

El usuario ingresa de manera directa a la sala de reanimación, dada su condición de riesgo vital. En su mayoría, los pacientes C1 son derivados por otros servicios, ambulancias o rescatados de un accidente múltiple.

Se aplica en casos de paros cardiacos o respiratorios, infarto cerebral o cardiaco, quemaduras severas, insuficiencia respiratoria severa, alteración del estado neurológico o de conciencia, hemorragias severas, entre otros.

En el caso de urgencia pediátrica, se aplica para crisis convulsiva, poli traumatismos, quemaduras, obstrucción respiratoria con cianosis (coloración azulada de la piel), entre otras emergencias que requieran de la reanimación o estabilización inmediata del paciente.

C2

EMERGENCIA CON RIESGO VITAL EVIDENTE – ATENCIÓN INMEDIATA

URGENCIA HOSPITALARIA

La atención en este caso debe ser en menos de 30 minutos. La persona deberá ser estabilizada por su potencial riesgo vital, en especial cuando hay factores asociados a la diabetes o hipertensión arterial.

Se aplica en casos de dolor torácico, sugerente de origen coronario, policontusos o politraumatizados (pacientes que tienen más de tres órganos vitales comprometidos), inestables con escala de dolor EVA (Escala Visual Analógica) mayor a 7, diabetes descompensada con compromiso neurológico (alta o baja), hemorragia activa con compromiso hemodinámico, hipotermia o ineficiencia en la termorregulación, crisis convulsiva, insuficiencia respiratoria, entre otros. Así también, casos de heridas por proyectil o arma blanca, trastorno de la frecuencia cardiaca extremos (menor de 40 mayor de 150).

En urgencia pediátrica, se aplica para casos con temperatura mayor a los 39 grados, fractura expuesta, intoxicaciones, trauma aislado por choque y crisis obstructiva respiratoria.

C3 

URGENCIA CON POTENCIAL RIESGO VITAL

URGENCIA HOSPITALARIA

En este caso, los pacientes pueden esperar. Las personas categorizadas como C3 recibirán atención dentro de 90 minutos.

Para esta categoría, las personas pueden esperar un tiempo razonable para atención, puesto que no existiría un riesgo de vida inmediato. Se aplica en casos de crisis hipertensiva (sobre 200/100), crisis de dolor agudo de diversa etiología (causa), usuario con hemorragia no activa, patrón respiratorio ineficaz, hiperglicemia no severa (menor igual a 350), ingesta de medicamento (primeras seis horas), traumas, traumatismos estables.

En urgencia pediátrica, se aplica para casos de quemaduras sin riesgo vital, golpe de cabeza, diarrea y sangramientos leves, entre otros.

C4

URGENCIA LEVE – USUARIO SIN RIESGO VITAL

SAPU MÁS CERCANO

Paciente categorizado como C4 recibirá atención en menos de 180 minutos.  El paciente puede ser atendido en CESFAM, SAPU o SAR.

Para esta categoría, se aplica en el caso de curaciones o cuadros respiratorios comunes. En el caso de urgencia pediátrica, se aplica para pacientes con molestias urinarias, dolor abdominal vago, constipación, diarrea sin deshidratación, etc.

C5

CONSULTA GENERAL – USUARIO SIN RIESGO VITAL

SAPU MÁS CERCANO

El paciente categorizado como C5 recibirá atención en menos de 180 minutos.  El paciente puede ser atendido en CESFAM, SAPU o SAR.

Su asistencia médica o tratamiento deberá ser resuelta de forma ambulatoria. En urgencia pediátrica, se aplica en casos de estado gripal, tos prolongada en el tiempo, enfermedades crónicas, alergias, entre otras dolencias.

Señalar que estas recomendaciones se enmarcan en el despliegue de estrategias implementadas por el Minsal y todos sus Servicios, para absorber la demanda de atención provocada por el aumento de las enfermedades respiratorias durante este invierno.

Junto con ellos, diversas acciones para el fortalecimiento de nuestros centros de salud, y medidas comunicacionales tendientes a orientar a la población sobre el buen uso de los dispositivos en red.

Para más información visita Campaña de Invierno 2017